Cada mujer posee su fragancia. Y los perfumistas lo saben. Hoy en día, existe una amplia variedad de fragancias para cada vestuario, momento y estilo. El secreto es saber dar con el olor que se lleve bien con tu piel.

Muchos piensan que el perfume clave es aquel que hace que un hombre gire su cabeza para ver de dónde viene ese aroma. O el que obliga a otra mujer a preguntar: ¿qué perfume tienes puesto?

Sin embargo, el origen de los perfumes tuvo un propósito curativo más que sensual. Los antiguos egipcios, que fueron maestros en el arte de las sustancias aromáticas, consideraban que los distintos aromas curaban muchas dolencias. Hojas, flores, madera y cítricos formaban parte de aquel milenario arsenal terapéutico, la misma base que los modernos perfumistas utilizan para producir fragancias.

De la mano de los romanos, los perfumes pasaron a ser complemento de la belleza, mientras que en la Edad Media eran sinónimo de lujuria, y durante el Romanticismo se los reivindicó como “acompañantes del espíritu”. Cada época valoró al perfume de distinta manera.

Hoy en día, un frasco de perfume, colonia o loción es un elemento más de cualquier toilette o cartera.

Según Ian Hamilton, ejecutivo de L'Oreal (que posee marcas de perfumes Cacharel, Armani y Paloma Picasso, entre otros), "hay perfumes que no te nace aplicártelos, porque no van con tu estilo o tu personalidad. Lo mismo pasa con la ropa, hay tiendas en las que ni siquiera vas a entrar, porque no es tu onda".

De hecho, hay marcas de perfumes asociadas a la alta costura, como Chanel No 5, o nombres vinculados a estilos más informales y modernos como las de Armani o Calvin Klein.

La causa por la que un mismo perfume huele distinto en diferentes mujeres tiene que ver con el tipo de piel, la acidez y otros factores físicos. Pero también cuenta la personalidad. Por eso, a la hora de elegir el perfume que va contigo, es útil conocer la clasificación que los mismos perfumistas hacen de cada tipo de mujer, y el mejor aroma para cada una de  ellas.

Amantes de la naturaleza. Para las “mujeres verdes” nada mejor que aromas cítricos, de limón, pomelo y naranja. En esta línea podrían ser los perfumes de Tommy Hilfiger, Polo Sport Woman y Oui de Lancôme. Otras fragancias pensadas para las mujeres deportistas son Clinique Simple y los aromas de Adidas.

Ejecutivas urbanas. Para todas aquellas mujeres sencillas, pero elegantes, y muy ocupadas; el perfume ideal es Envy de Gucci y Emporio Armani. También valen las fragancias frescas y florales, como Eternity Moment de Calvin Klein.

Clásicas y románticas. Para las amantes de aquellos aromas tradicionales, que prefieran los accesorios sencillos y maquillajes suaves, los mejores perfumes son los florales como Allure de Chanel, Champs-Elysées de Guerlain, Aquaflore de Carolina Herrera y First de Van Cleef & Arpels.

Originales. Si tu marca es la originalidad, seguramente vayan contigo las fragancias más audaces como Les Belles de Nina Ricci, Temptations de Paloma Picasso, Jungle de Kenzo y Acte 2 de Escada.

Atrevidas. Si eres atrevida en lo profesional y lo personal, quizá te animes a fragancias como Samsara de Guerlain, un perfume oriental, amaderado, con toque floral, pero con mucho sándalo.

Y por supuesto, esta es apenas una pequeña lista de sugerencias. Basta con ir a una perfumería –y desembolsar su dinerito- para contar con un perfume con el que te sentirás cómoda y, por qué no, romperás corazones.